29 April 2013

Bésame... Bésame mucho

"I guess if you kiss enough butts eventually you kiss the right one."
The Good Wife, 3ª Temporada, Episodio 6

25 April 2013

Canciones que deberían ser más conocidas (VI)




Hasta el minuto 0:59 esta canción me parece la bomba. Pero del minuto 1:00 al 1:22 la odio con todas mis fuerzas, y en adelante ya no la disfruto igual hasta, quizás, los gorgoritos finales.

Si fuese dj la remezclaría. Pondría el primer minuto en bucle con algunos puentes chulos de otras canciones intercalados (porque anda que no hay canciones que tienen lo mejor en sus puentes...) y ya. Estribillo no le hace falta.

Waiting For a War - The Morning Benders

20 April 2013

Vivir, vivir, qué bonito

Yo lo hago mucho. Vendría a ser algo así:
"A es buenísima. No como B, que no vale una puta mierda."
En A se pone algo que a uno le guste mucho (una película, una serie...) y en B otro algo del mismo tipo (otra película, otra serie...) que a uno no le guste nada.

La cosa da un gustirrinín especial cuando A tiene mucho menos reconocimiento que B. Cuando es menos guay.


Mi A de hoy es The Good Wife. Y mi B, Mad Men.

De Mad Men sólo he visto 6 o 7 episodios de la primera temporada. La dejé porque me estaba haciendo daño: me aburría soberanamente. En cambio, voy por la tercera temporada de The Good Wife (23 episodios por temporada) sin que el interés haya decaído en ningún momento, a pesar de lo reiterativo de la fórmula "un episodio, un caso" (¡hablamos de una serie de abogados!).


Puede que The Good Wife sea un mero serial, con todas las connotaciones decimonónicas y veintecheras del término, y Mad Men, en cambio, una obra de arte. Ni lo sé ni me importa (sobre todo por la parte de Mad Men).

The Good Wife es vida. Mad Men, pura muerte.

06 April 2013

Nabokov habría usado emoticonos

- ¿En qué lugar se coloca usted entre los escritores vivos y los del pasado inmediato? 
A menudo pienso que debería existir un signo tipográfico para la sonrisa... una especie de signo cóncavo, un corchete redondeado boca arriba, que ahora me gustaría trazar como respuesta a su pregunta.
[Entrevista a Vladimir Nabokov para The New York Times, 1969.]

03 April 2013

Visitas a la bibliotecaria: "Opiniones contundentes" de Vladimir Nabokov

Strong Opinions
Vladimir Nabokov, 1973
Taurus, 1999
179 págs.




  1. De todos los libros que he sacado de la biblioteca hasta ahora, este es, con diferencia, el que está más subrayado (perirrayado, en realidad: las líneas no las han hecho por debajo de los renglones sino en los márgenes, en vertical). Y no se equivoca el que lo haya hecho. Es un libro idóneo para subrayar; de hecho, se podría subrayar casi entero, desde la primera hasta la última letra, interrumpiendo la línea sólo en las preguntas de los entrevistadores (no lo había dicho, es un libro de entrevistas). Incluso a través de la traducción, todas las frases de Nabokov brillan como azabache pulido. No es de extrañar porque contestaba siempre por escrito. Llega a dar la impresión de que se lo toma como un género literario (uno más)  en el que ejercitarse: la respuesta periodística. Y se lo curra, vaya si se lo curra. Le preguntan si cree en Dios y dice (escribe):
"Para ser enteramente sincero (y lo que voy a decir ahora es algo que nunca he dicho antes, y espero provoque un pequeño escalofrío saludable) sé más de lo que puedo expresar en palabras, y lo poco que puedo expresar en palabras no habría sido expresado si no hubiese sabido más."
Le preguntan por su principal defecto como escritor:
"La falta de espontaneidad; la molestia de los pensamientos paralelos, el repensar y volver a repensar; la incapacidad de expresarme en debida forma a menos que componga cada maldita frase en la bañera, en mi mente, junto a mi escritorio."
Rememora su experiencia como profesor; los exámenes:
"Exámenes de las 8 a las 10,30 de la mañana. Unos 150 estudiantes... muchachos sucios, sin afeitar, y muchachas razonablemente bien arregladas. Sensación general de tedio y desastre. Ocho y media. Tosecitas, gargantas nerviosas que se aclaran, montones de ruidos que entran, crujir de páginas. Alguno de los mártires sumidos en meditación, con los brazos cruzados detrás de la cabeza. Me encuentro con una mirada obtusa dirigida a mí, que con esperanza y odio ve en mí la fuente del saber oculto. Chica de gafas se acerca a mi escritorio para preguntar: "Profesor Kafka, ¿quiere que digamos que...? ¿O quiere que contestemos sólo la primera parte de la pregunta?" La gran fraternidad de los mediocres, espina dorsal de la nación, escribiendo rápida y firmemente. Un crujido que suena simultáneamente, la mayoría que vuelve una página de sus notas, buen trabajo de equipo. Una muñeca con calambre que se sacude, la tinta que se acaba, el desodorante que no resiste. Cuando descubro miradas puestas en mí, inmediatamente se levantan al cielorraso en piadosa meditación. Los vidrios de las ventanas que se empañan. Muchachos que se quitan los suéters. Chicas que mastican goma en acelerada decadencia. Diez minutos, cinco, tres, la hora."
El desodorante, sí. Yo también me he fijado.