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29 May 2013

Visitas a la bibliotecaria: "La gran estafa. Alfaguara, Planeta y la novela basura" de Manuel García Viñó


La gran estafa. Alfaguara, Planeta y la novela basura
Manuel García Viñó, 2005
Ediciones VOSA, 2005
471 págs.


No vamos a negar que el título tiene gancho. 
Al autor se le conoce, mayormente, por ser el responsable de La fiera literaria (el blog favorito de Javier Marías) y por haberse dado de tortas con Vicente Molina Foix en el programa aquel de Fernando Sánchez Dragó: Negro sobre blanco.

También es el inventor de una cosa que él llama 'crítica acompasada' que consiste, más o menos, en ir comentando una novela línea por línea como quien wasapea de broma con los colegas a costa de, qué se yo, Quién quiere casarse con mi hijo. Para que se vayan familiarizando con don Manuel y con su método, les dejo un ejemplillo:

"Un día, en otro aeropuerto, vi a un hombre que me recordaba a un ex amante. 
[Esta frase es de una novela de Rosa Montero. Ahora viene el comentario de García Viñó...] 
¡Qué mosita más modelna!, exclama el lector verecundo e inocente. Las Rosas, la Almu, la Etxecheberría, la Torres... Se pasan la vida de amante en amante y sigo para delante y cantando aquello de jodiendo espero / al hombre que yo quiero, ... Son verdaderamente expertas en la materia. No digo en la literaria, claro."

Ahí lo tienen: García Viñó. Quédense con el nombre. O no. Probablemente él tampoco querría irse de vinos con ustedes.

¿Que por qué se me ha ocurrido sacar esta cosa de la biblioteca? ¿Qué necesidad tenía? 

Una de las muchas bobadas que circulan por los ámbitos de la Teoría de la Literatura es el concepto de lector modelo, de Umberto Eco. Para que se hagan una idea: el invento este ni siquiera tiene su propia entrada en la Wikipedia. De hecho, ni siquiera merece la pena que explique en qué consiste. Lo que me interesa del concepto en cuestión es que, mientras las universidades de todo el mundo se llenan la boca hablando del lector modelo, nadie hasta ahora (que yo sepa) ha introducido en los estudios literarios el concepto de lector cabrón

¿Qué es el lector cabrón? Pues nuestro don Manuel, sin ir más lejos.


A García Viñó le sacan de quicio los anacolutos, las faltas de concordancia, las incorrecciones léxicas, las metáforas afectadas, las rimas asonantes que se cuelan en la prosa (estoy seguro de que el sintagma 'el concepto de lector modelo de Umberto Eco' le provocaría urticaria)... ¡Y se los encuentra a cientos a cada paso! Le molesta que la Montero sea tan ligerita, que la Grandes hable mucho de culos, que el Marías hable de las putas con poco aprecio... Vamos, que no hay forma de tenerlo contento.

Mi opinión es que la Literatura saldría ganando si hubiese más escritores que, a la hora de ponerse a escribir, pensaran menos en el lector modelo y más en el lector cabrón.

Y por eso he sacado el libro. Porque hay que conocer al lector cabrón. Aunque duela. Aunque joda. Y jode, sí. Porque a veces hasta tiene razón. 

03 April 2013

Visitas a la bibliotecaria: "Opiniones contundentes" de Vladimir Nabokov

Strong Opinions
Vladimir Nabokov, 1973
Taurus, 1999
179 págs.




  1. De todos los libros que he sacado de la biblioteca hasta ahora, este es, con diferencia, el que está más subrayado (perirrayado, en realidad: las líneas no las han hecho por debajo de los renglones sino en los márgenes, en vertical). Y no se equivoca el que lo haya hecho. Es un libro idóneo para subrayar; de hecho, se podría subrayar casi entero, desde la primera hasta la última letra, interrumpiendo la línea sólo en las preguntas de los entrevistadores (no lo había dicho, es un libro de entrevistas). Incluso a través de la traducción, todas las frases de Nabokov brillan como azabache pulido. No es de extrañar porque contestaba siempre por escrito. Llega a dar la impresión de que se lo toma como un género literario (uno más)  en el que ejercitarse: la respuesta periodística. Y se lo curra, vaya si se lo curra. Le preguntan si cree en Dios y dice (escribe):
"Para ser enteramente sincero (y lo que voy a decir ahora es algo que nunca he dicho antes, y espero provoque un pequeño escalofrío saludable) sé más de lo que puedo expresar en palabras, y lo poco que puedo expresar en palabras no habría sido expresado si no hubiese sabido más."
Le preguntan por su principal defecto como escritor:
"La falta de espontaneidad; la molestia de los pensamientos paralelos, el repensar y volver a repensar; la incapacidad de expresarme en debida forma a menos que componga cada maldita frase en la bañera, en mi mente, junto a mi escritorio."
Rememora su experiencia como profesor; los exámenes:
"Exámenes de las 8 a las 10,30 de la mañana. Unos 150 estudiantes... muchachos sucios, sin afeitar, y muchachas razonablemente bien arregladas. Sensación general de tedio y desastre. Ocho y media. Tosecitas, gargantas nerviosas que se aclaran, montones de ruidos que entran, crujir de páginas. Alguno de los mártires sumidos en meditación, con los brazos cruzados detrás de la cabeza. Me encuentro con una mirada obtusa dirigida a mí, que con esperanza y odio ve en mí la fuente del saber oculto. Chica de gafas se acerca a mi escritorio para preguntar: "Profesor Kafka, ¿quiere que digamos que...? ¿O quiere que contestemos sólo la primera parte de la pregunta?" La gran fraternidad de los mediocres, espina dorsal de la nación, escribiendo rápida y firmemente. Un crujido que suena simultáneamente, la mayoría que vuelve una página de sus notas, buen trabajo de equipo. Una muñeca con calambre que se sacude, la tinta que se acaba, el desodorante que no resiste. Cuando descubro miradas puestas en mí, inmediatamente se levantan al cielorraso en piadosa meditación. Los vidrios de las ventanas que se empañan. Muchachos que se quitan los suéters. Chicas que mastican goma en acelerada decadencia. Diez minutos, cinco, tres, la hora."
El desodorante, sí. Yo también me he fijado.

13 March 2013

Visitas a la bibliotecaria: "Diccionario de Literatura" de Francisco Umbral

Diccionario de Literatura
Francisco Umbral, 1995
Editorial Planeta, 1995
277 págs.



Desde abril de 2002 nadie lo había sacado de la biblioteca, cosa que me ha extrañado. Juan Malherido suele hablar bien de Umbral y pensaba que habría más gente interesada en este libro y que sería difícil que estuviese disponible. Leerlo, además, es casi como leerse un blog de Umbral, con entradas y todo, y ¿quién no querría leer un blog de Umbral? En el libro no se pueden dejar comentarios para que los lea el autor, es lo malo. Habría estado bien poder asistir, por ejemplo, a polémicas interminables pro-anti Javier Marías moderadas (es un decir) por Umbral.
He encontrado algo que me esperaba: Malherido ha aprendido bastante de este Umbral. Ejemplo:
"Fraga sacó una edición RTV de La tía Tula de Unamuno, que es una novela casta y guarra, como todo lo casto, donde no hay personajes ni clima ni ambiente ni situaciones ni intriga, sino sólo la insoportable personalidad de Unamuno dominando el relato y riñendo mucho al lector. Fraga vendió un millón de unamunos. Aquello eran ferias del libro, y no estas de ahora, llenas de latinochés y maricones."
Umbral se ensaña menos, eso sí. Hay elogios inesperados (Mañas) y el desprecio, muchas veces, está más en el silencio que en el escarnio (Marsé), o en cosas como esta (que a mí me suena a mofa, pero podría estar equivocado):
"Llamazares (Julio). León. La lentitud de los bueyes. Frecuenta la prosa poética, la narración y el libro de viajes. Colecta  plurales premios locales, regionales, comarcales, autonómicos y nacionales. Tiene un perro." 
En las entradas dedicadas a los amigos se pone tierno. En otras hace de historiador y teórico de la Literatura con bastante gracia. En una buena parte, tira de anécdota:
"Goicoechea (Ramón Eugenio de). Escritor de posguerra. Se dice que intentó suicidarse arrojándose al paso de una procesión."
Queda poco para Semana Santa.

[Por cierto, si Google no se equivoca, el pavo este de la última entrada al parecer estuvo casado con Ana María Matute. Es el marido tirano que ella siempre pone a caldo en las entrevistas. El cotilleo también es muy umbraliano.]

27 February 2013

Visitas a la bibliotecaria: "Un hombre sin patria" de Kurt Vonnegut

A Man without a Country
Kurt Vonnegut, 2005
Bronce, 2006
Traducción: Daniel Cortés Coronas
173 págs.



Abres este libro y oyes a Kurt Vonnegut.
Su voz recuerda a la de José Luis Sampedro en las entrevistas del Follonero, aunque Vonnegut es más chistoso y más conciso. En la fnac yo siempre tenía un rato para él. Me faltó poco para leérmelo entero allí mismo, de pie, pero siempre me dejaba un poco para otro día. Y es que se lee en un suspiro (es una recopilación de 12 artículos publicados en prensa) pero se tarda años en olvidarlo. A mí hay dos cosas que ya entonces se me quedaron grabadas, no sé muy bien por qué. Y aquí siguen.
Esta:
"Ahí va una lección de escritura creativa. Primera norma: no empleen el punto y coma. Es un hermafrodita travestido que no expresa nada en absoluto. Lo único que indica es que has ido a la universidad."
(Me hace pensar en Javier Marías.)

Y esta otra:
"Yo sé lo que quieren [las mujeres]: quieren tener mucha gente con la que hablar. ¿Y de qué quieren hablar? Quieren hablar de todo.  
¿Qué quieren los hombres? Quieren tener muchos amigotes y quieren que la gente no se enfade tanto con ellos. 
(...) La mayoria de nosotros, sin embargo, cuando nos casamos sólo conseguimos ser una persona más para el otro. El novio gana un amigote más, pero es una mujer. La mujer gana una persona más con la que hablar de todo, pero es un hombre.  
Cuando una pareja discute hoy en día, tal vez crea que es por dinero, o por poder, o por sexo, o por la educación de los niños o por lo que sea. Pero lo que en realidad se están diciendo el uno al otro, aunque no lo sepan, es esto: "¡No eres gente suficiente!"
Cuando lo vi en la biblioteca, no me lo pensé. Nadie lo había sacado en préstamo desde el 31 de octubre de 2012 pero todos los años hay dos o tres personas que se lo llevan a casa. Este año, para empezar, me tiene a mí.