22 September 2012

Chiquitismos residuales

21/09/2012. Un compañero de trabajo le dice a otro, refiriéndose a un tercer compañero que está con ellos:
 "Ten cuidado con este, tiene más peligro que Willy Fog con un abono transporte". 


Literatura.

07 March 2012

Un bofetón a tiempo...

Les presento a una de las villanas más odiosas de la Historia del cine.


Ahora vean La calumnia y después atrévanse a procrear.

03 February 2012

Desmitificando: La Bola de Cristal

A todos nos gusta tararear ahora la síntonía del programa pero recordemos bien, amiguitos:

- Las tramas de los electroduendes eran chorras y repetitivas. Como marionetas tampoco valían gran cosa: feas, rígidas y cutres (España, cuna de los Aurones). Su única gracia estaba en la forma de hablar. Cuando empezaron a ponerlos solos por las tardes, sin el acompañamiento del resto del programa, no había quien se los tragase.

Por cierto, siempre que veo a Kate Moss me acuerdo del hada.

- La serie de Alfalfa era un bajón total, si hacía buen tiempo daba ganas de coger la bici y echarse a las calles.

- Las cortinillas aleccionadoras ("Solo no, con amigos sí", "Nunca te acostarás sin saber una cosa más") las repetían hasta la saciedad y eran de risa. En mi cole hacíamos burla de ellas. Eran como de profe progre que escribe cuentos infantiles muy fantasiosos y desenfadados pero con mensajito, algo muy de los ochenta (escuela Gloria Fuertes, que era bien maja pero un poco sospechosa vista con ojos de niño). Aquí la responsable:

- En el apartado musical había de todo y también repetían los vídeos ad infinitum. Yo no aguantaba a Santiago Auserón (¿para cuándo un trío con Raphael y Enrique Bumbury?).

- La Cuarta Parte de Gurruchaga tenía algunas de las mejores cosas (fragmentos de películas que se clavaban en la retina: ¡ay!, Dune) pero también muchas de las peores (los monólogos de Gurruchaga padre eran bastante asquerosillos). En general daba bastante yuyu.

Puede que fuese un buen programa, imaginativo y perturbador, y puede que todos lo viésemos, pero desde luego nadie iba al colegio flipando y comentándolo con entusiasmo (como sí hacíamos, en cambio, con el pinball "un, dos, tres cuatro..." de Barrio Sésamo, por ejemplo).
Por mucho que ahora reivindiquemos programas "de calidad" (¿El planeta imaginario?), la verdad es que de niños no éramos gourmets de la tele precisamente.

07 January 2012

Incorporaciones del 2011 a mis favoritos del siglo (por decir algo)

1. Una película: Nader y Simin. Una separación de ASGHAR FARHADI


El mejor guión de lo que va de siglo (venga, todos juntos, una pedorreta a La red social, a cualquier cosa que llegue a escribir Lars Von Trier nunca y a los "divertimentos" que hace últimamente Woody Allen).
Mantiene la intriga mil veces mejor que cualquier thriller de Hollywood y tiene más verdad en sus personajes y en el desarrollo de los acontecimientos que cualquier drama europeo. El baremo del buen cine en el siglo XXI.

2. Un cómic: Pagando por ello (memorias en cómic de un putero) de CHESTER BROWN


Este libro no es tanto una defensa de la prostitución como un ataque al modelo actual de "amor romántico". El "vivieron felices y comieron perdices" nunca fue fácil de creer pero ahora menos que nunca. Nos lo estamos montando tan mal -piensa Chester Brown- que sería preferible pagar y punto. Estemos de acuerdo o no, el valor del cómic está en ponernos las cosas delante. Dejemos triunfar al capitalismo también aquí.

3. Una serie: Black Mirror de CHARLIE BROOKER


Pero mira que son retorcidos estos ingleses. Nosotros aquí, encantados con nuestro Youtube, nuestro Facebook, nuestro Twitter, nuestro iWorld (¿Steve Jobs = Leonardo Da Vinci? ¿Y cuando se muera el de Zara que van a decir? ¿Que vistió a los desnudos?), tan democráticos y sociabilizadores (15M), y viene el tal Charlie este a echar mierda. Un ejemplo de para qué sirve la buena ciencia ficción.

04 December 2011

Jane Eyre (o ¿por qué coño el cine todavía no se ha enterado?)

Una de las cosas que hicieron de Jane Eyre una de las novelas más originales de su tiempo es el hecho de que la protagonista fuese una mujer fea que sabe que es fea.

En el cine, sin embargo, parece que no aprenden la lección. Y no lo digo por las adaptaciones de Jane Eyre, en las que, más o menos, han tratado de afear a la protagonista.







Lo digo sobre todo por esas películas basadas en hechos reales en las que se elige a actores objetivamente más atractivos que las personas a las que interpretan. ¿No se dan cuenta de que cambiando ese detalle dejan de contar lo mismo?

Un ejemplo reciente:





La actriz de Juno hubiese sido mucho mejor opción.